domingo, 22 de noviembre de 2009
jueves, 12 de noviembre de 2009
lunes, 9 de noviembre de 2009
jueves, 5 de noviembre de 2009
Creo en ese amigo que tiene la mano siempre ahi. Creo en la sinceridad de los arboles que no saben mentir. Creo en la sonrisa del recien nacido. Y creo en los marcianos verdes riendo alli escondidos. ¿Crees que existe una escalera a la luna? Creo en las personas que miran a los ojos. Creo en una soledad donde estemos todos. Creo en las lagrimas que recorren tu cara. Y creo en la sinceridad del que cree no saber nada. ¿Crees que existe una escalera a la luna?
¿Crees que existe esa escalera?
¿Crees que existe esa escalera?
Quiero oírte llorar y que se me parta el corazón.
Quiero darte un beso sin pensar.
Quiero sentir miedo cuando me digas adiós.
Quiero que me enseñes a jugar.
Quiero sentir algo y no sé por donde empezar.
Quiero que mi mundo deje de girar.
Quiero que mis manos tengan fuerza para dar.
Quiero asustarme si no estás.
Quiero darte un beso sin pensar.
Quiero sentir miedo cuando me digas adiós.
Quiero que me enseñes a jugar.
Quiero sentir algo y no sé por donde empezar.
Quiero que mi mundo deje de girar.
Quiero que mis manos tengan fuerza para dar.
Quiero asustarme si no estás.
Te esperaré. No importa quién te bese, yo te esperaré. No importa que me quieras, yo te escucharé. Si tu me has dado tanto, yo te esperaré, y te daré mi vida entera. Te esperaré. Te esperaré en las sombras, siempre allí estaré. No importa que tus ojos no me quieran ver, no importa quien te abrace, yo a ti te amaré, y te daré mi vida entera. Porque mi amor esta por encima de tanta traición, de tanto desprecio, de toda razón. Porque el dolor que llevo dentro es todo, tuyo y mio. ¿Donde estarán los besos que aún nos quedan por contar? Lo sabes tu y nadie más. Y al despertar, me sentaré en mi lado del sofá, para esperarte una vez más. Te esperaré. Mi pena contenida la conoces bien, tan bien que si me dejas, moriré de pie. No lloraré tu ausencia, solo esperaré, y te daré mi vida entera. Yo sin tu amor soy un montón de cosas, menos yo...
Me duele tanto el corazón...
¿Y qué importa la opinión del resto, si al final del día siempre estaré conmigo misma y la misma soledad?
¿Qué importa si no les gusta o si no les parece?
¿Qué importa si no aprueban lo que hago?
¿Qué importa si le dan importancia?
No me importa que les importe.
¿Y qué importancia tiene hundirse, si a pesar de todo la única persona que es capaz de levantarte eres tu mismo?
¿Qué importa si es negro?
¿Qué importa si es blanco?
¿Qué importa si no tiene ojos?
¿Qué importa si no sabe llegar?
¿Y qué importancia puede ser menos importante, cuando lo más importante es vivirlo?
¿Qué importa si llueve?
¿Qué importa si me mojo?
¿Qué importa si no sé nadar?
¿Qué importa si me ahogo?
Al final del día todo habrá acabado, y ese es mi único consuelo.
¿Qué importa si no les gusta o si no les parece?
¿Qué importa si no aprueban lo que hago?
¿Qué importa si le dan importancia?
No me importa que les importe.
¿Y qué importancia tiene hundirse, si a pesar de todo la única persona que es capaz de levantarte eres tu mismo?
¿Qué importa si es negro?
¿Qué importa si es blanco?
¿Qué importa si no tiene ojos?
¿Qué importa si no sabe llegar?
¿Y qué importancia puede ser menos importante, cuando lo más importante es vivirlo?
¿Qué importa si llueve?
¿Qué importa si me mojo?
¿Qué importa si no sé nadar?
¿Qué importa si me ahogo?
Al final del día todo habrá acabado, y ese es mi único consuelo.
lunes, 2 de noviembre de 2009
Yo no quiero un amor civilizado, con recibos y escena del sofá;
yo no quiero que viajes al pasado y vuelvas del mercado con
ganas de llorar. Yo no quiero vecinas con pucheros; yo no
quiero sembrar, ni compartir; yo no quiero catorce de febrero,
ni cumpleaños feliz. Yo no quiero cargar con tus maletas; yo
no quiero que elijas mi champú; yo no quiero mudarme de
planeta, cortarme la coleta, brindar a tu salud. Yo no
quiero domingos por la tarde; yo no quiero columpio en
el jardín; lo que yo quiero, corazón cobarde, es que
mueras por mí. Y morirme contigo si te matas, y
matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no
muere, mata, porque amores que matan, nunca mueren. Yo no
quiero juntar para mañana, no me pidas llegar a fin de mes;
yo no quiero comerme una manzana dos veces por semana, sin
ganas de comer. Yo no quiero calor de invernadero; yo no
quiero besar tu cicatriz; yo no quiero París con aguacero,
ni Venecia sin ti. No me esperes a las doce en el juzgado;
no me digas "volvamos a empezar"; yo no quiero ni libre ni
ocupado, ni carne ni pecado, ni orgullo ni piedad. Yo no
quiero saber por qué lo hiciste; yo no quiero contigo, ni
sin ti; lo que yo quiero, muchacho de ojos tristes, es que
mueras por mí. Y morirme contigo si te matas, y
matarme contigo si te mueres, porque el amor cuando no
muere, mata, porque amores que matan, nunca mueren.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)