viernes, 30 de abril de 2010
jueves, 29 de abril de 2010
Hay una ausencia que llena la mañana. Chorrea por la medianera de mi vida, me salpica con sus gotas justo sobre los párpados y me obliga a abrir los ojos a la realidad. Esa realidad solitaria, con gusto a domingo sin nadie que me invite a pasear. Sin nadie que se recueste sobre mi ombligo con ganas de que le cuente quien soy. Sin nadie dispuesto a peinar mis penas y dibujarme un corazón en el hombro con un crayón. Sin nadie no sería tan malo. Lo malo es que sea sin vos.
Ya no se como conjugar el verbo de tu presencia porque estás en mi vida y no. O porque tal vez vos estés en la mía y yo no en la tuya. Ya no más.
Porque tal vez tus ganas de verme se desvanecieron con tu última cerveza o con la morocha que te sonrió con algo más que una sonrisa.
Ya no se como conjugar el verbo de tu presencia porque estás en mi vida y no. O porque tal vez vos estés en la mía y yo no en la tuya. Ya no más.
Porque tal vez tus ganas de verme se desvanecieron con tu última cerveza o con la morocha que te sonrió con algo más que una sonrisa.
Porque tal vez tu eternidad tenga la medida de lo breve y cuando dijiste que nuestro encuentro sería uno de los momentos que elegirías para que duren mucho tiempo, te referías exactamente a esto, a un diminuto plazo que solo cabe en un cáscara de nuez.
Porque quizás mi empeño en derribar tu muro haya sido poco o me hayan faltado herramientas. Pero no podía cavar un túnel y abrir la ventana a la vez.
O porque quizás no te gusten las sorpresas y mi mágica aparición en tu vida no haya hecho más que asustarte y enviarte al rincón.
Creeme que esta ausencia, obligada y repentina de vos, me hace pestañear frente al espejo y contemplar mi propio gesto de dolor.
Tuve que abrir el botiquín en busca de una venda y un poco de algodón para curar el agujerito que dejaste en mi ilusión. Me senté sobre el piso frío, con los pies descalzos y me di cuenta de algo que fue casi una revelación. Mi apuesta al amor sigue en pie, más allá de que mi torpe corazón siga andando a los tumbos por la vida, llevándose por delante a los que descreen como vos. Roto, emparchado y vuelto a remendar, aún conserva intacta la capacidad de creer que puede hablar en plural. Sigue convencido de que las horas pierden la mitad de intensidad cuando no se comparten y de que el mundo es un lugar creado para abrazarse.
Allá vos. Postergando. Aferrado a lo fugaz. A lo que no deja huella. A lo efímero que no tendrá la capacidad de lastimarte, pero tampoco de emocionarte.
Acá yo. Sorprendida. Llena de preguntas. Desilusionada al darme cuenta que eso de contar con vos no era más que hasta dos, o hasta tres a lo sumo.
Tus gestos los guardo. Tu voz la conservo. La sensación de haber creído que vos eras capaz de ser distinto la dejo sobre la mesita de luz. Como una teoría que no pudo ser confirmada. Como un ayuda memoria por si me vuelve a pasar.
Y vos, podés hacer con mi recuerdo lo que quieras. Con lo poco que sabés de mí. Con lo que no te animaste a averiguar. Con esa centena de besos y mi pelo largo. Con mis ojos mirándote como si lo fueras todo, al menos por una noche.
Dos seres recortados del paisaje. Absortos en medio de la multitud.
Eso fuimos. Eso es lo que viaja, sin despedirse, a la papelera de reciclaje.
Haceme reír, que hoy justo amanecí con ganas de llorar.
Me di cuenta cuando miré la taza de café y repentinamente me encontré cebando unos mates.
Eso fue antes de que soñara un rato despierta con viajar a la montaña en el invierno. Sentada junto al fuego de un hogar encendido, en una cabaña con cristales empañados y sillones mullidos.
Un frío helado se coló por debajo de mi camisa y volé a refugiarme junto al mar. Me salpiqué con el agua que rozaba la orilla, me até el pelo en una trenza y me dejé caer sobre la arena con la cara al sol y el alma al cielo.
Eso fue antes de que me sentara a escribirte una carta en la que te confesaba: " tengo tantas ganas de verte que prefiero no hacerlo".
Como era demasiado confuso lo que tenía para decirte, tomé una hoja en blanco y así, sin firmarla siquiera, la metí dentro de un sobre con un cartel que decía urgente para que al recibirla te apuraras a contestarme.
Eso fue antes de que me ubicara junto a la puerta a esperar tu respuesta.
Aproveché el tiempo para recordar tus gestos. La promesa que no hubo, lo que quise decir y me callé, lo que compré de lo que tenías para darme sin que estuviera a la venta.
Como la hora pasaba y tu carta no volvía, junté ganas de andar sola para sentirme nuevamente acompañada. Al rato, ya no sabía qué era lo que esperaba...
Eso fue antes de que me acordara que es peligroso que me gustes tanto.
Y fue justo en el segundo anterior a que me olvidara que prometí no volver a enamorarme para estar a salvo.
Claro que eso fue después, mucho después, de que le rezara a la luna pidiéndole que me olvidaras. Y antes, mucho antes, de que cruzara los dedos con la esperanza de que no me hubiera escuchado.
G G M
Debemos arrojar a los océanos del tiempo una botella de náufragos siderales, para que el universo sepa de nosotros lo que no han de contar las cucarachas que nos sobrevivirán: que aquí existió un mundo donde prevalació el sufrimiento y la injusticia, pero donde conocimos el amor y donde fuimos capaces de imaginar la felicidad.~
martes, 27 de abril de 2010
SONRÍO. Aunque la vida me golpee, aunque no todos los amaneceres sean hermosos, aunque se me cierren las puertas, sonrío. SUEÑO. Porque soñar no cuesta nada y alivia mi pensamiento, porque quizás mi sueño pueda cumplirse, porque soñar me hace feliz. LLORO. Porque llorar purifica mi alma y alivia mi corazón, porque mi angustia decrece, aunque sólo sea un poco, porque cada lágrima es un propósito de mejorar mi existencia. AMO. Porque amar es vivir, porque si amo, quizás reciba amor, porque prefiero amar y sufrir, que sufrir por no haber amado nunca. COMPARTO. Porque al compartir crezco, porque mis penas, compartidas, disminuyen, y mis alegrías se duplican.
lunes, 26 de abril de 2010
Cuando es verdadera, cuando nace de la necesidad de decir, a la voz humana no hay quién la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los poros, o por donde sea. Porque todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada.
La vida cabe en un clic, en un abrir y cerrar, en cualquier copo de avena. Se trata de distinguir lo que vale de lo que no vale la pena. Y a mí me vale con que me des poco más que nada; a mí me basta con una de tus miradas. Pensando, estaba pensando por la ventana de aquel bar, mirando a la gente afuera ir y venir, y juraría que te vi... aunque sé que estás a un año luz de mí..
viernes, 23 de abril de 2010
jueves, 22 de abril de 2010
Voy probando porquerías, escapando del dolor. De vino en vino, olvidandome tu nombre, y así vivo en un candombe para sentirme mejor. Candombe va, candombe viene y así voy de a poquito.
Mi corazón se entretiene, tan solo por un ratito, y a eso de las dos.. siempre la misma puta canción que me hace acordar a vos..
Mi corazón se entretiene, tan solo por un ratito, y a eso de las dos.. siempre la misma puta canción que me hace acordar a vos..
miércoles, 21 de abril de 2010
martes, 20 de abril de 2010
domingo, 18 de abril de 2010
Dicen que nada es eterno, no hay mal que dure cien años, que lo bueno dura
un rato y que el camino hay que hacerlo. Dicen que el mundo es pañuelo, y
que llorar no es de hombre, entonces ¿a dónde se esconden estas lágrimas
de duelo? Que a la suerte hay que ayudarla, que hay que seguir aunque
duela, que seguro está entre rejas y no pierdan la esperanza. Mientras
sentí que salvabas, me condenaste a tu cuerpo; y puede ser que este cuento
al final quede en la nada. Que la familia es primero y yo que no creo más
nada, con la mirada nublada entré a pedirte consejos. Tantos dichos y en
silencio, el pensamiento ametralla, la procesión va por dentro, mientras
te llueven las balas. Tantos refranes al viento, hacen tocar las campanas;
tal vez ahora sea tiempo de definir la jugada.
viernes, 16 de abril de 2010
Esta lúgubre manía de vivir, esta recóndita humorada de vivir, te arrastra Agustina, no lo niegues. Hoy te miraste en el espejo y te fue triste, estabas sola. La luz rugía, el aire cantaba, pero tu amado no volvió. Enviarás mensajes, sonreirás, tremolarás tus manos, así volverá tu amado tan amado (o eso quieres creer).
Oyes la demente sirena que lo robó, el barco con barbas de espuma donde murieron las risas, recuerdas el último abrazo. Nada de angustias, ríe en el pañuelo, llora a carcajadas; pero cierra las puertas de tu rostro, para que no digan luego que aquella mujer enamorada fuiste tú. Te remuerden los días, te culpan las noches, te duele la vida tanto, tanto.
Desesperada, ¿a dónde vas? Desesperada, ¿a dónde vas con toda tu tristeza?
Oyes la demente sirena que lo robó, el barco con barbas de espuma donde murieron las risas, recuerdas el último abrazo. Nada de angustias, ríe en el pañuelo, llora a carcajadas; pero cierra las puertas de tu rostro, para que no digan luego que aquella mujer enamorada fuiste tú. Te remuerden los días, te culpan las noches, te duele la vida tanto, tanto.
Desesperada, ¿a dónde vas? Desesperada, ¿a dónde vas con toda tu tristeza?
Siempre
Cansada del estruendo mágico de las vocales.
Cansada de inquirir con los ojos elevados.
Cansada de la espera del yo de paso.
Cansada de aquel amor que no sucedió.
Cansada de mis pies que sólo saben caminar.
Cansada de la insidiosa fuga de preguntas.
Cansada de dormir y de no poder mirarme.
Cansada de abrir la boca y beber el viento.
Cansada de sostener las mismas vísceras.
Cansada del mar indiferente a mis angustias.
Cansada, por fin, de las muertes de turno a la espera de la hermana mayor, la otra gran muerte, dulce morada para tanto cansancio.
Cansada de inquirir con los ojos elevados.
Cansada de la espera del yo de paso.
Cansada de aquel amor que no sucedió.
Cansada de mis pies que sólo saben caminar.
Cansada de la insidiosa fuga de preguntas.
Cansada de dormir y de no poder mirarme.
Cansada de abrir la boca y beber el viento.
Cansada de sostener las mismas vísceras.
Cansada del mar indiferente a mis angustias.
Cansada, por fin, de las muertes de turno a la espera de la hermana mayor, la otra gran muerte, dulce morada para tanto cansancio.
jueves, 15 de abril de 2010
Venía todo tan bien (¿o no?)
Todo parecía tan manejable.
O me aburrí de eso, o realmente no se qué pasó.
En realidad sí sé, se cae el disfraz de vez en cuando.
Pero lo bueno es que sé que vuelvo a ponérmelo en un ratito.
Si, también sé que eso no es bueno, pero es lo que hago.
Ya hablé, grité y lloré sin que nadie se percatara de algo.
Supongo que algún día alguien lo notará.
Confío en que llegue ese día.
Viven diciendome que no es bueno esperar, que hay que buscar lo que se quiere.
Lo busque, lo encontré, lo tuve, lo perdí.
Si lo extraño?
Algo así.
Si lo necesito?
A veces.
No es bueno volver, tampoco es malo.
Las idas y vueltas nunca llegan a un fin.
Se convierte en un círculo vicioso.
No es agradable.
El problema es que simplemente me niego a buscar.
Le tengo miedo a eso de encontrar.
Y perder, otra vez.
No me lo permito.
Mientras espero...
Qué?
No sé.
Por qué?
No sé.
A quién?
A vos.
Siempre.
Todo parecía tan manejable.
O me aburrí de eso, o realmente no se qué pasó.
En realidad sí sé, se cae el disfraz de vez en cuando.
Pero lo bueno es que sé que vuelvo a ponérmelo en un ratito.
Si, también sé que eso no es bueno, pero es lo que hago.
Ya hablé, grité y lloré sin que nadie se percatara de algo.
Supongo que algún día alguien lo notará.
Confío en que llegue ese día.
Viven diciendome que no es bueno esperar, que hay que buscar lo que se quiere.
Lo busque, lo encontré, lo tuve, lo perdí.
Si lo extraño?
Algo así.
Si lo necesito?
A veces.
No es bueno volver, tampoco es malo.
Las idas y vueltas nunca llegan a un fin.
Se convierte en un círculo vicioso.
No es agradable.
El problema es que simplemente me niego a buscar.
Le tengo miedo a eso de encontrar.
Y perder, otra vez.
No me lo permito.
Mientras espero...
Qué?
No sé.
Por qué?
No sé.
A quién?
A vos.
Siempre.
martes, 13 de abril de 2010
Y si ya no hay más noches estrelladas, ni lugares dónde ir. La música está ya muy separada, nadie va a grabar, nadie va a grabarme a mí. Hay veces que no puedo dormir, hay veces que no quiero, hay veces que me gustaría verte aquí. Todo el mundo tiene penas, pero yo ya extraño hasta tus problemas; quiero eco, vuelve a mí, porque yo te extraño..
CC
lunes, 12 de abril de 2010
Me cansé de mí, de mis pensamientos, me cansé de llorar para sentirme bien,
me cansé de pensar que vendrán tiempos mejores, me cansé de sonreír y
decir "Estoy bien". Me cansé de poner el mismo CD cada vez que pienso en
vos, me cansé de tener que ser yo la que inicia la conversación, me cansé de
preguntarte qué te pasa, me cansé de tu indiferencia, de tu rechazo. Me
cansé de caminar por las mismas calles, el mismo colectivo; el mismo tren,
los mismos asientos, los mismos caminos; la misma gente; la misma rutina.
Me cansé de mi ropa, de mis complejos, me cansé de llorar, de pensar, de
sentir, me cansé de arruinar todo, de no iniciar nada. Sí, me canse de todo
lo que me rodea, pero es cuando me canso de mí que empiezo todo de cero.
Aprendí con el paso del tiempo a convivir con mi propio hartazgo, a remar
contra mi rutina, a luchar contra mis miedos y a evitar los errores. Hoy
puedo estar harta de mí misma, pero siempre te estaré observando. Porque
aunque me canse de mí, aún no encontré la fórmula para cansarme de vos.
Es que en realidad no me cansé de vos, me cansé de no
poder tenerte, que es muy distinto .
El caso es que me afectan las cotidianas tristezas, la de los supermercados, la del metro y las aceras;
también las que me quedan lejos, las de los secos desiertos, las de las verdes selvas. El caso es que
me parecen buena gente, algunos luchadores del ocaso, que se parten el pecho por ser escuchados,
que morirán en alguna esquina, tiroteados.
domingo, 11 de abril de 2010
Minutos que se burlan de mi, minutos como furia del mar, minutos pasajeros de un tren que no va a ningún lugar, minutos como lluvia de sal, minutos como fuego en la piel, minutos forasteros que vienen y se van sin decir, minutos que me duelen sin ti, minutos que no pagan pensión, minutos que al morir formarán el batallón del ayer. Minutos que se roban la luz, minutos que me oxidan la fe, minutos inquilinos del tiempo mientras puedan durar, minutos que disfrutan morir, minutos que no tienen lugar..
viernes, 9 de abril de 2010
jueves, 8 de abril de 2010
¿Qué va a ser de mí? Volveré a mentir de nuevo. Llenaré mi cama de
fantasmas, de muertos. Contaré los días, las calles que nos separan.
Las tardes de domingo esperaré tu llamada. Maldeciré a las
parejas que, abrazadas, sueñan con habitaciones de hotel
desocupadas. Y odiaré con calma tu risa, todas mis palabras,
nuestra despedida. ¿Qué va a ser de mí? Sin que me invites, me
colaré en tus fiestas. Cuando venga tu recuerdo, reiré con violencia.
Iré a buscarte a los sitios acordados, aunque tú no vengas,
aunque me hayas olvidado. Te escribiré los
versos que nunca te hice, seré puntual como siempre quisiste.
¿Qué va a ser de mí?, emprenderé un largo viaje para que el eco
de tus noches nunca me alcance. ¿Qué va a ser de mí?, dudo que
en ningún bar me puedan servir todo el alcohol que necesito para
olvidar..
Bebían y se amaban, o eso parecía. Discutían a veces, a veces sonreían; se
besaban y odiaban, pero nadie es perfecto, el amor es difícil y extraño en
estos tiempos. La noche debilita los corazones, noches de funeral, de
vino y rosas. Brindemos por el amor y sus fracasos, quizás podamos escoger
nuestra derrota. El sol limpia las calles, la memoria, feroces pasiones atenúa.
Invéntate el final de cada historia, que el amor es eterno... mientras dura.
miércoles, 7 de abril de 2010
martes, 6 de abril de 2010
Un día la vida echará abajo tu puerta. Rendida, acorralada te pedirá cuentas por este
fracaso, por haberme mentido. Y no encontrarás a la mujer que te ponga a salvo, que el hecho
de estar vivo siempre exige algo. Déjate convencer, duerme esta noche conmigo. Que el
amor se encuentra antes si se busca. Mirá que casualidad si yo fuera tu mujer y la duda
de haberte dado luz, no te deja dormir nunca. Déjate convencer. Ya habrá alguien que se
haga cargo de recoger las culpas de este pecado. ¿A donde iré, sin este abrazo? No te
puedes negar, no sea que nuestro pasado nos llegue a atrapar. Esta noche está en
nuestras manos decir alguna verdad, que ya mentimos a diario. Anda, echa un vistazo
a tu alrededor, no seas tonto; mira que no hay un alma que llevarse a la boca, que hay
que repartir caricias y esta noche me toca. Que yo también comparto los mismos
miedos, también busco una cinta para atar el tiempo. También arrastro
conmigo una cadena de sueños..
Créeme, cuando te diga que el amor me espanta, que me
derrumbo ante un te quiero dulce, que soy feliz
abriendo una trinchera. Créeme, cuando me vaya y te nombre
en la tarde viajando en una nube de tus horas, cuando te
incluya entre mis monumentos. Créeme, cuando te diga que
me voy al viento y una canción que no permita espera,
cuando te diga que no soy primavera sin una tabla sobre un
mar violento. Créeme, si no me ves, si no te digo nada, si
un día me pierdo y no regreso nunca. Créeme, que quiero
ser machete en plena Zafra, bala feroz al centro del
combate. Créeme, que mis palomas tienen de arco iris lo que
mis manos de canciones finas. Créeme, créeme, porque así
soy, y así no soy de nadie..
Sí, mi corazón todavía pregunta por vos.
Y no sabes lo que me gustaría poder decirle, decirme; "ya va a volver a buscarnos, todavía nos quiere, ya va a volver" pero no puedo, no suelo mentir con estas cosas. La cabeza no para de darme consejos, se cree que es fácil, "ya está, dejá de recordarlo, secate esas lágrimas querida, levantate y ponete a bailar... él ya te olvidó."
Pero no, no me resigno; no puedo hacerlo, te juro que no puedo. Si lo hago, te olvido (como lo hiciste vos) y no quiero.
No quiero olvidarme de lo feliz que fui en algún momento, de lo feliz que me hacías.. No es bueno, yo preferiría hacer como si estuvieras muerto y enterrado, pudiendo recordar los besos, las caricias, los abrazos, las palabras y sólo eso.
No, no puedo. Lo intento eh, creéme que lo intento. Pero, por lo menos por ahora, no voy a lograrlo, no quiero lograrlo.
Te extraño, mi vida (porque eso es lo que eras... mi vida entera)
No me importa lo que digan, yo te espero, te espero por siempre, te espero aunque sé que no vas a llegar..
Y te amo, como al principio, hasta el fin de mis días.
Y no sabes lo que me gustaría poder decirle, decirme; "ya va a volver a buscarnos, todavía nos quiere, ya va a volver" pero no puedo, no suelo mentir con estas cosas. La cabeza no para de darme consejos, se cree que es fácil, "ya está, dejá de recordarlo, secate esas lágrimas querida, levantate y ponete a bailar... él ya te olvidó."
Pero no, no me resigno; no puedo hacerlo, te juro que no puedo. Si lo hago, te olvido (como lo hiciste vos) y no quiero.
No quiero olvidarme de lo feliz que fui en algún momento, de lo feliz que me hacías.. No es bueno, yo preferiría hacer como si estuvieras muerto y enterrado, pudiendo recordar los besos, las caricias, los abrazos, las palabras y sólo eso.
No, no puedo. Lo intento eh, creéme que lo intento. Pero, por lo menos por ahora, no voy a lograrlo, no quiero lograrlo.
Te extraño, mi vida (porque eso es lo que eras... mi vida entera)
No me importa lo que digan, yo te espero, te espero por siempre, te espero aunque sé que no vas a llegar..
Y te amo, como al principio, hasta el fin de mis días.
Ahora que duelen las resacas y cortan como una navaja. Ahora que nadie nos
saluda por los bares de Malasaña; que pido auxilio, besos y comida por
teléfono, que fumo flores y lloro a veces mientras duermo. Se cayeron mis
alas y yo no me rendí, así que ven aquí; brindemos que hoy es siempre
todavía, que nunca me gustaron las despedidas.
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