sábado, 20 de marzo de 2010


La música no miente. Los árboles no mienten. Los ojos tristes del animal no mienten. Únicamente mienten las palabras. ¿Cómo decirte la verdad con ellas? Quisiera hablarte con los ojos del perro, dar frutos con el árbol, llegar a ti con la delicia y la escondida lágrima de Mozart. El esplendor de la verdad: belleza a la que mis palabras, torpemente, procuran acercarse. Es imposible. Nunca sabré decirte que te quiero .

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