Ya nadie graba
en las paredes
en los troncos
Luis y María
Raquel y Carlos
Marta y Alfonso
junto a dos corazones
enlazados.
Ahora las parejas
leen esas vetustas,
incómodas ternuras
en las paredes
en los troncos
y comentan:
qué ñoños,
antes de separarse
para siempre.
lunes, 31 de mayo de 2010
viernes, 28 de mayo de 2010
Penélope, con su bolso de piel marrón y sus zapatos de tacón y su vestido de domingo.
Penélope, se sienta en un banco en el andén y espera que llegue el primer tren meneando el abanico.
Dicen en el pueblo que un caminante paró su reloj una tarde de primavera. "Adiós amor mío, no me llores, volveré antes que de los sauces caigan las hojas. Piensa en mí, volveré a por ti..."
Pobre infeliz, se paró tu reloj infantil una tarde plomiza de abril cuando se fue tu amante. Se marchitó en tu huerto hasta la última flor. No hay un sauce en la calle mayor para Penélope.
Penélope, triste a fuerza de esperar, sus ojos, parecen brillar si un tren silba a lo lejos. Penélope, uno tras otro los ve pasar, mira sus caras, les oye hablar, para ella son muñecos.
Dicen en el pueblo que el caminante volvió, la encontró en su banco de pino verde. La llamó: "Penélope, mi amante fiel, mi paz, deja ya de tejer sueños en tu mente, mírame, soy tu amor, regresé". Le sonrió, con los ojos llenitos de ayer, no era así su cara ni su piel. "Tú no eres quien yo espero". Y se quedó con el bolso de piel marrón y sus zapatitos de tacón, sentada en la estación.
jueves, 27 de mayo de 2010
martes, 25 de mayo de 2010
"La patria" J C ♥
Esta tierra sobre los ojos, este paño pegajoso negro de estrellas impasibles, esta noche continua, esta distancia.
Te quiero, país tirado más abajo del mar, pez panza arriba, pobre sombra de país, lleno de vientos, de monumentos y espamentos, de orgullo sin objeto, sujeto para asaltos, escupido curdela, inofensivo puteando y sacudiendo banderitas, repartiendo escarapelas en la lluvia, salpicando de babas y estupor canchas de fútbol y ringsides.
Pobres negros. Te estás quemando a fuego lento, y dónde el fuego, dónde el que come los asados y te tira los huesos. Malandras, cajetillas, señores y cafishos, diputados, tilingas de apellido compuesto, gordas tejiendo en los zaguanes, maestras normales, curas, escribanos, centrofordwards, livianos, Fangio solo, tenientes primeros, coroneles, generales, marinos, sanidad, carnavales, obispos, bagualas, chamamés, malambos, mambos, tangos, secretarías, subsecretarías, jefes, contrajefes, truco, contraflor al resto. Y qué carajo, si la casita era su sueño, si lo mataron en pelea, si usted lo ve, lo prueba y se lo lleva.
Liquidación forzosa, se remata hasta lo último. Te quiero, país tirado a la vereda, caja de fósforos vacía. Te quiero, tacho de basura, que se llevan sobre una cureña envuelto en la bandera que nos legó Belgrano, mientras las viejas lloran en el velorio, y anda el mate con su verde consuelo, lotería del pobre, y en cada piso hay alguien que nació haciendo discursos para algún otro que nació para escucharlos y pelarse las manos.
Pobres negros que juntan las ganas de ser blancos, pobres blancos que viven un carnaval de negros. Qué quiniela, hermanito, en Boedo, en la Boca, en Palermo y Barracas, en los puentes, afuera, en los ranchos que paran la mugre de la pampa, en las casas blanqueadas del silencio del norte, en las chapas de zinc donde el frío se frota, en la Plaza de Mayo donde ronda la muerte trajeada de mentira.
Te quiero, país desnudo que sueña con un smoking, vicecampeón del mundo en cualquier cosa, en lo que salga, tercera posición, enegía nuclear, justicialismo, vacas, tango, coraje, puños, viveza y elegancia. Tan triste en lo más hondo de1 grito, tan golpeado en lo mejor de la garufa, tan garifo a la hora de la autopsia.
Pero te quiero, país de barro, y otros te quieren, y algo saldrá de este sentir. Hoy es distancia, fuga, no te metás, qué vachaché, dale que va, paciencia. La tierra entre los dedos, la basura en los ojos, ser argentino es estar triste, ser argentino es estar lejos. Y no decir: mañana, porque ya basta con ser flojo ahora. Tapándome la cara (el poncho te lo dejo, folklorista infeliz) me acuerdo de una estrella en pleno campo, me acuerdo de un amanecer de puna, de Tilcara de tarde, de Paraná fragante, de Tupungato arisca, de un vuelo de flamencos quemando un horizonte de bañados.
Te quiero, país, pañuelo sucio, con tus calles cubiertas de carteles peronistas. Te quiero, sin esperanza y sin perdón, sin vuelta y sin derecho, nada más que de lejos y amargado y de noche.
(200 años, no es moco de pavo)
Te quiero, país tirado más abajo del mar, pez panza arriba, pobre sombra de país, lleno de vientos, de monumentos y espamentos, de orgullo sin objeto, sujeto para asaltos, escupido curdela, inofensivo puteando y sacudiendo banderitas, repartiendo escarapelas en la lluvia, salpicando de babas y estupor canchas de fútbol y ringsides.
Pobres negros. Te estás quemando a fuego lento, y dónde el fuego, dónde el que come los asados y te tira los huesos. Malandras, cajetillas, señores y cafishos, diputados, tilingas de apellido compuesto, gordas tejiendo en los zaguanes, maestras normales, curas, escribanos, centrofordwards, livianos, Fangio solo, tenientes primeros, coroneles, generales, marinos, sanidad, carnavales, obispos, bagualas, chamamés, malambos, mambos, tangos, secretarías, subsecretarías, jefes, contrajefes, truco, contraflor al resto. Y qué carajo, si la casita era su sueño, si lo mataron en pelea, si usted lo ve, lo prueba y se lo lleva.
Liquidación forzosa, se remata hasta lo último. Te quiero, país tirado a la vereda, caja de fósforos vacía. Te quiero, tacho de basura, que se llevan sobre una cureña envuelto en la bandera que nos legó Belgrano, mientras las viejas lloran en el velorio, y anda el mate con su verde consuelo, lotería del pobre, y en cada piso hay alguien que nació haciendo discursos para algún otro que nació para escucharlos y pelarse las manos.
Pobres negros que juntan las ganas de ser blancos, pobres blancos que viven un carnaval de negros. Qué quiniela, hermanito, en Boedo, en la Boca, en Palermo y Barracas, en los puentes, afuera, en los ranchos que paran la mugre de la pampa, en las casas blanqueadas del silencio del norte, en las chapas de zinc donde el frío se frota, en la Plaza de Mayo donde ronda la muerte trajeada de mentira.
Te quiero, país desnudo que sueña con un smoking, vicecampeón del mundo en cualquier cosa, en lo que salga, tercera posición, enegía nuclear, justicialismo, vacas, tango, coraje, puños, viveza y elegancia. Tan triste en lo más hondo de1 grito, tan golpeado en lo mejor de la garufa, tan garifo a la hora de la autopsia.
Pero te quiero, país de barro, y otros te quieren, y algo saldrá de este sentir. Hoy es distancia, fuga, no te metás, qué vachaché, dale que va, paciencia. La tierra entre los dedos, la basura en los ojos, ser argentino es estar triste, ser argentino es estar lejos. Y no decir: mañana, porque ya basta con ser flojo ahora. Tapándome la cara (el poncho te lo dejo, folklorista infeliz) me acuerdo de una estrella en pleno campo, me acuerdo de un amanecer de puna, de Tilcara de tarde, de Paraná fragante, de Tupungato arisca, de un vuelo de flamencos quemando un horizonte de bañados.
Te quiero, país, pañuelo sucio, con tus calles cubiertas de carteles peronistas. Te quiero, sin esperanza y sin perdón, sin vuelta y sin derecho, nada más que de lejos y amargado y de noche.
(200 años, no es moco de pavo)
lunes, 24 de mayo de 2010
domingo, 23 de mayo de 2010
viernes, 21 de mayo de 2010
Se perdió tu amor y mi corazón conoció el dolor; también nunca pude ver si me equivoqué y tu corazón se fue. Sin mirar el cielo te puedo decir de qué color son las nubes, pero sin mirar tus ojos nada puedo hacer. Puedo sonreír con el viejo sol; bajo el manto de tu amor me dijiste que "yo no sé por qué, necesito estar sin vos".
Ya cambiamos tantas veces, por tantos caminos rotos, ya viajamos por el mundo cruel sin saberlo. Alejar lo que nos duele, al final nos hace mal. Yo quiero guardar mi herida para olvidar, el dolor está conmigo pero ya tendrá un final. Tengo que pasar por esto para brillar, para cruzar... (sin mirar tus ojos, nada quiero hacer..)
jueves, 20 de mayo de 2010
miércoles, 19 de mayo de 2010
Digamos que todo se acabó y que yo ando por ahí vagando, dando vueltas, buscando el norte, el sur, si es que lo busco. Si es que lo busco. Pero si no los buscara, ¿qué es esto? Oh mi amor, te extraño, me dolés en la piel, en la garganta, cada vez que respiro es como si el vacío me entrara en el pecho donde ya no estás.
martes, 18 de mayo de 2010
Lejos, lejos de casa, no tengo nadie que me acompañe a ver la mañana. Y que me de la inyección a tiempo, antes que se me pudra el corazón. Ni calienten estos huesos fríos, nene. Y realmente quiero que te rías, y que digas que es un juego, no más. O me mates este mediodía, nene.
..La ciudad se nos mea de risa, nene..
Me parece que las lágrimas están llenas de decires. Ellas viven dentro de uno y alivian los dolores que también viven dentro de uno. No sé porqué no curan el dolor antes de que el dolor duela. Pero no voy a hablar más de lágrimas ahora. ¡Llorar cansa! Después de muchas lágrimas hay que dormir un largo sueño.
Ahora, sola a lidiar con esta tristeza; me está partiendo al medio, muñeco. Mirá qué mal, qué triste desenlace mortal. Qué perdurar, qué rica pastillita fuerte. Qué voluntad, lo poco de tu humanidad. Estás salvándome todos los días. Qué rebelión, lo que hace chico a este corazón. Qué maldición, me estoy quedando un poco sola. Igual dejá, voy persiguiendo mi verdad. Es el principio de todo, muñeco.
(A algún lugar de mi locura te quiero llevar..)
lunes, 17 de mayo de 2010
domingo, 16 de mayo de 2010
Cuando te preguntas por qué y no tenes respuesta no hay paz, te sentís caer al vacío, no hay pregunta que duela más que ‘por qué’.
Y necesitamos entender eso que nos inquieta, nos perturba, nos genera ansiedad. No entender nos enmudece. Habrá que aceptar lo que no tiene explicación, eso que ocurre sin que sepamos por qué. Ese absurdo que amarga nuestra existencia, eso que nos deja en soledad preguntándonos una y otra vez por qué, por qué. Ese sin sentido que vuelve nuestra vida irreal, ese por qué que necesita una respuesta urgente, esos por qué que desesperan. Cuando lo absurdo es tan absurdo ya nada importa. Quizá se trata de aceptar que en la vida hay cosas que no tienen explicación… o sí.
Y necesitamos entender eso que nos inquieta, nos perturba, nos genera ansiedad. No entender nos enmudece. Habrá que aceptar lo que no tiene explicación, eso que ocurre sin que sepamos por qué. Ese absurdo que amarga nuestra existencia, eso que nos deja en soledad preguntándonos una y otra vez por qué, por qué. Ese sin sentido que vuelve nuestra vida irreal, ese por qué que necesita una respuesta urgente, esos por qué que desesperan. Cuando lo absurdo es tan absurdo ya nada importa. Quizá se trata de aceptar que en la vida hay cosas que no tienen explicación… o sí.
Podría dar la fórmula química de la lágrima, pero sería una tontería. Un líquido que sirve para lavar el globo ocular, como dijo una vez un crítico en un comentario literario. La lágrima también lava otras cosas. La lágrima abre su corola celeste sobre un signo de interrogación. A veces es una pregunta, a veces es una respuesta, pero siempre es un mensaje. Pero siempre es una mano que se tiende suplicante y abierta y una mano que la estrecha... Y nace de los ojos. Nace de la región de adentro, esa que el miedo paraliza, esa que la emoción o la tristeza dejan un instante como suspendidos en el aire igual que cuando bajamos en un ascensor demasiado rápido, esa que evidencia que existe justamente en el momento en que la amargura la define con un cosquilleo, con una vuelta de tuerca, con un temblor.
¿Qué es una lágrima? Una lágrima es un poco decir adiós a lo que los ojos vieron antes de la lágrima. Porque las imágenes anteriores ya no serán las mismas. Porque cada vez que las miremos después de la lágrima las imágenes estarán impregnadas de su humedad salada de ese sombrío fuego que quemó nuestros párpados. Nada es igual después de una lágrima. Ni la alegría, ni el dolor, ni la luz, ni la fé, ni la amistad, ni el amor. Pero creo que lo que más cambia es al ser al que la llora.
A mi me fueron cambiando las lágrimas que derramé en mi vida, la que inauguró la soledad en mi infancia, la que suplantó el grito de rebeldía por las injusticias que se cometieron en mi adolescencia, la que brilló como la estrella de Belén para indicarme el camino que llevaba al sendero bello y cambiante del amor. La que me borró el espejismo de cada uno en el mundo, el que tenía adjudicado su techo, su pedazo de pan, su cuota de alegría, su renovado asombro cotidiano. Si, a mi me fueron cambiando las lágrimas que derramé en mi vida... La que corrió por tu rostro cayendo de mis ojos, resbaló por tu cuello, humedeció tu pecho y regó tu corazón haciéndolo más blando y más comprensivo. Esa lágrima que no sé por qué magia, por qué milagro inesperado disolvió las espinas que suelen ir creciendo en las personas que se aman y las van arañando sin que la adviertan y van impidiendo que uno se acerque al otro por miedo a lastimar y uno no quiere decir que las ve, que las toca, que las siente, sino que cierra los puños y los ojos y las niega...
Las niega tres veces como Pedro antes que cante el gallo de la lágrima y despierte la verdad y por fin despierte la verdad, sin fórmulas químicas, sin ecuaciones, sin tontos prejuicios. Todo por una lágrima... esa que atora al mundo y el mundo se empeña en no llorar.
¿Qué es una lágrima? Una lágrima es un poco decir adiós a lo que los ojos vieron antes de la lágrima. Porque las imágenes anteriores ya no serán las mismas. Porque cada vez que las miremos después de la lágrima las imágenes estarán impregnadas de su humedad salada de ese sombrío fuego que quemó nuestros párpados. Nada es igual después de una lágrima. Ni la alegría, ni el dolor, ni la luz, ni la fé, ni la amistad, ni el amor. Pero creo que lo que más cambia es al ser al que la llora.
A mi me fueron cambiando las lágrimas que derramé en mi vida, la que inauguró la soledad en mi infancia, la que suplantó el grito de rebeldía por las injusticias que se cometieron en mi adolescencia, la que brilló como la estrella de Belén para indicarme el camino que llevaba al sendero bello y cambiante del amor. La que me borró el espejismo de cada uno en el mundo, el que tenía adjudicado su techo, su pedazo de pan, su cuota de alegría, su renovado asombro cotidiano. Si, a mi me fueron cambiando las lágrimas que derramé en mi vida... La que corrió por tu rostro cayendo de mis ojos, resbaló por tu cuello, humedeció tu pecho y regó tu corazón haciéndolo más blando y más comprensivo. Esa lágrima que no sé por qué magia, por qué milagro inesperado disolvió las espinas que suelen ir creciendo en las personas que se aman y las van arañando sin que la adviertan y van impidiendo que uno se acerque al otro por miedo a lastimar y uno no quiere decir que las ve, que las toca, que las siente, sino que cierra los puños y los ojos y las niega...
Las niega tres veces como Pedro antes que cante el gallo de la lágrima y despierte la verdad y por fin despierte la verdad, sin fórmulas químicas, sin ecuaciones, sin tontos prejuicios. Todo por una lágrima... esa que atora al mundo y el mundo se empeña en no llorar.
sábado, 8 de mayo de 2010
viernes, 7 de mayo de 2010
¿Dónde estabas cuando mi voz se hacía tan pequeña que no salía y se ahogaba en mi habitación, o dentro de mi? ¿Dónde estabas cuando dormías a mi lado y yo no podía dormir? ¿Dónde estabas cuando te escuchaba palabras que no creías ni tú? Entre tanta mierda, dime, ¿dónde estabas tú? ¿Dónde estabas cuando te llamaba? ¿Dónde estabas cuando te llamaba?
Días sin sol, noches sin luna, ningún lugar es mi lugar y no consigo reconocerme en nada, ni en nadie. Las palabras no se parecen a lo que nombran y ni siquiera se parecen a su propio sonido. Entonces no estoy donde estoy. Dejo mi cuerpo y me voy, lejos, a ninguna parte, y no quiero estar con nadie, ni siquiera conmigo, y no tengo, ni quiero tener, nombre ninguno; entonces pierdo las ganas de llamarme o ser llamado.
Va a ser un domingo de julio, con el frío de invierno colándose entre los huesos. Voy a salir de mi casa, caminar dos cuadras hasta la parada del colectivo, que (contra mis pronósticos) va a llegar antes de lo esperado; 1,25, por favor. Después de una vista panorámica de mis compañeros de viaje, me voy a sentar en el último asiento, al lado de la ventana, voy a sacar mi tan preciado "Rayuela", y abrirlo en la página 223. Ante tantos intentos fallidos de lograr concentrarme en mi lectura, me rindo y decido, simplemente, esperar a llegar a mi destino.
Van a pasar unos 45 minutos; Mitre y Libertad, acá es. Voy a tocar el timbre y bajar de lo que de alguna manera, fue mi refugio.
Ya es la hora y claro, no estas. Voy a saberlo o me lo voy a imaginar; pero voy a volver a engañarme y creer que podes llegar a venir con esa sonrisa dibujada en la cara, con esos ojos, que son míos también. Pero no, van a pasar los minutos y no vas a llegar. La desilusión, nuevamente se adueña de mi.
Y voy a decidir irme, con todo eso que voy a sentir y que es demasiado para mi cuerpo (mi mente y mi corazón). Voy a caminar por las tristes calles del centro, con el sol cayendo entre los edificios, queriendo pero no pudiendo llorar.
Para finalmente volver; a mi vida horriblemente cotidiana, a los dolores diarios, a los colectivos llenos, a la gente mirando sin ver, a las parejas enamoradas, a las mujeres abandonadas, a las promesas rotas, a las gracias, a los perdones, a los "te quiero". Aceptar lo que me tocó, y decirme, nuevamente, "hay cosas peores"..
Van a pasar unos 45 minutos; Mitre y Libertad, acá es. Voy a tocar el timbre y bajar de lo que de alguna manera, fue mi refugio.
Ya es la hora y claro, no estas. Voy a saberlo o me lo voy a imaginar; pero voy a volver a engañarme y creer que podes llegar a venir con esa sonrisa dibujada en la cara, con esos ojos, que son míos también. Pero no, van a pasar los minutos y no vas a llegar. La desilusión, nuevamente se adueña de mi.
Y voy a decidir irme, con todo eso que voy a sentir y que es demasiado para mi cuerpo (mi mente y mi corazón). Voy a caminar por las tristes calles del centro, con el sol cayendo entre los edificios, queriendo pero no pudiendo llorar.
Para finalmente volver; a mi vida horriblemente cotidiana, a los dolores diarios, a los colectivos llenos, a la gente mirando sin ver, a las parejas enamoradas, a las mujeres abandonadas, a las promesas rotas, a las gracias, a los perdones, a los "te quiero". Aceptar lo que me tocó, y decirme, nuevamente, "hay cosas peores"..
Sangrando mis heridas, tu dulce rocanrol me va rompiendo en mil pedazos. Diría que es la suerte, o las ganas de verte que me van destruyendo así. Aquella nochecita que nunca terminaba se iba estirando más. No sé si fue el destino que me cerró el camino dejándome sin un respiro. Camino despacito y no estoy siendo fiel (será que yo no soy así), una noche tan larga no puede terminar otra vez sin un final.. Quiero más calor y no puedo ver mejor, sangran las heridas, baila tu rocanrol.
jueves, 6 de mayo de 2010
Si te vas no tengo nada, si te quedas puedo hasta el mundo cambiar, o quizás no habré crecido dejando mariposas escapar. Yo daría lo mejor de mi vida por estar con vos y podría reparar tu alma herida a la luz del sol, sin embargo sigo siendo una distraída como cuando era una niña, dejando mariposas escapar.
A pesar de las canciones que te pueda yo escribir, un milagro misterioso tiene
que surgir para que alguien me vuelva a ver feliz. Choco con la misma piedra
y me vuelvo a repetir, y un error tan culminante pudo destruir el amor y mis
ganas de vivir. Cómo extraño tus locuras, tu forma de caminar, tus delirios
peligrosos y tu forma de andar por ahí, cumpliendo sueños sin mirar.. Quiero
para siempre que te quedes en mi mente y que me vuelvas a vivir. Quiero
que no olvides todo lo que necesito de tu amor y en la noche de las noches me
verás caer, pidiendo perdón, amor. Anoche después del trueno, yo salí a
caminar, sin saber que tu fantasma me quería pegar; me tiró, no me pude
levantar. El reloj es una bomba, como un rayo de Plutón. Los estudios, los
amigos, la contaminación y ese aire, que me hacía respirar.. Voy a sacar de
vos mi presencia, voy a brillar por mi ausencia, voy a cantarle a la libertad, no
quiero verte nunca más. Quiero escupir todo lo que siento, quiero
perderme en tus sueños, voy a pedirte, el mundo.
miércoles, 5 de mayo de 2010
Cuando nos volvemos a ver, aprovecho para contarte lo difícil que se me hace sobrevivir a tu ausencia. Las vueltas que doy por la casa en busca de tu rastro, abriendo armarios y alacenas con la esperanza de hallarte. Hurgando en escondites secretos que sólo vos y yo conocemos.
Una vez más, volvés a irte. Te convertís en el fugaz recuerdo de un feliz momento.
Y yo me duermo añorando otro poco de vos.
Una vez más, volvés a irte. Te convertís en el fugaz recuerdo de un feliz momento.
Y yo me duermo añorando otro poco de vos.
martes, 4 de mayo de 2010
Y creíste que no volverías mas a pronunciar esa palabra, pero él siempre vuelve y te desarma. En tu sopa de letras, sin querer, encontrarás alguna trampa y revolves para no verla. Creíste que habías agotado toda posible historia. Es mentira, hay muchas otras. Por más que andes hundido, resignado y te consuma la derrota, hay algo adentro que renace.
Hay almas, hay almas, hay almas que sanan la herida. Pero como un corazón desmesurado trama tan extraño viaje, lleno de marchas y rebajes. Y no recapacita frente a tantas claras muestras de desgaste, aunque te duermas, late y late. En medio de llanuras infinitas, no vacila en poner todas las fichas a la última bolilla de la noche; que te salva o te despluma, cuando ya nada te cura..
Hay almas, hay almas, hay almas que sanan la herida. Pero como un corazón desmesurado trama tan extraño viaje, lleno de marchas y rebajes. Y no recapacita frente a tantas claras muestras de desgaste, aunque te duermas, late y late. En medio de llanuras infinitas, no vacila en poner todas las fichas a la última bolilla de la noche; que te salva o te despluma, cuando ya nada te cura..
domingo, 2 de mayo de 2010
Si en cada aurora te vas y con el alba volvés. Si cada noche al soñar,
sangro tu nombre otra vez. Me engaño al verte al pasar: “Saldré a
buscarte después”. No hay río que sin caudal pueda abrigar algún pez.
Suelo ponerme a pensar: ¿De dónde saco el valor? En esta gris
tempestad, camino sin tu calor. Cada segundo sin vos, se hace
más fuerte el dolor, y la piedad no entiende a mi corazón. ¿En qué
horizonte andarás? ¿A quién hechiza tu voz? ¿Quién cosecha sin
sembrar, semillas de mi pasión? Varado sobre mi piel quedó el beso
de labios. No se entiende con mi ser, este paisaje sin vos. Miro de
lado al dolor, si olvido que te amaré, no callaré mi razón, vuelvo a
pensarte otra vez.
El frío complica siempre las cosas. En verano se está tan cerca del mundo, tan piel contra piel, pero ahora a las seis y media su mujer lo espera en una tienda para elegir un regalo de casamiento. Ya es tarde y se da cuenta de que hace fresco, hay que ponerse el pulóver azul, cualquier cosa que vaya bien con el traje gris, el otoño es un ponerse y sacarse pulóveres, irse encerrando, alejando.
sábado, 1 de mayo de 2010
Fulano, si te vas..
Fulano, si te vas con la zultana. Yo, tu mengana, no me mataré. Simplemente los seguiré en la noche, por todos los senderos y las dunas; vos gozando, tal vez, y yo doliéndome hasta que vos te duelas y yo goce. Cuando las huellas a seguir no sean dos tamañas pisadas y dos breves, sino apenas las de tus pies dulcísimos; y entonces yo aparezca a tu costado, y vos, con esa culpa que te hace más lindo todavía, te perdones, para llorar como antes en mi hombro.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)