Un día la vida echará abajo tu puerta. Rendida, acorralada te pedirá cuentas por este
fracaso, por haberme mentido. Y no encontrarás a la mujer que te ponga a salvo, que el hecho
de estar vivo siempre exige algo. Déjate convencer, duerme esta noche conmigo. Que el
amor se encuentra antes si se busca. Mirá que casualidad si yo fuera tu mujer y la duda
de haberte dado luz, no te deja dormir nunca. Déjate convencer. Ya habrá alguien que se
haga cargo de recoger las culpas de este pecado. ¿A donde iré, sin este abrazo? No te
puedes negar, no sea que nuestro pasado nos llegue a atrapar. Esta noche está en
nuestras manos decir alguna verdad, que ya mentimos a diario. Anda, echa un vistazo
a tu alrededor, no seas tonto; mira que no hay un alma que llevarse a la boca, que hay
que repartir caricias y esta noche me toca. Que yo también comparto los mismos
miedos, también busco una cinta para atar el tiempo. También arrastro
conmigo una cadena de sueños..
martes, 6 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario