viernes, 7 de mayo de 2010

Sangrando mis heridas, tu dulce rocanrol me va rompiendo en mil pedazos. Diría que es la suerte, o las ganas de verte que me van destruyendo así. Aquella nochecita que nunca terminaba se iba estirando más. No sé si fue el destino que me cerró el camino dejándome sin un respiro. Camino despacito y no estoy siendo fiel (será que yo no soy así), una noche tan larga no puede terminar otra vez sin un final.. Quiero más calor y no puedo ver mejor, sangran las heridas, baila tu rocanrol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario